Una planta de tratamiento de aguas residuales en un parque ecológico está diseñada no solo para tratar las aguas residuales, sino para hacerlo de manera que minimice su impacto ambiental, integrando a menudo elementos naturales y buscando la armonía con el entorno del parque. Estas instalaciones pueden utilizar humedales artificiales, lagunas u otros procesos naturales de tratamiento junto con sistemas mecánicos convencionales. El objetivo del tratamiento es generalmente producir un efluente de alta calidad apto para reponer las masas de agua del parque, riego o la creación de hábitats para la vida silvestre. Incluso en estos entornos "verdes", componentes mecánicos como rastrillos de lodos en tanques de sedimentación son a menudo necesarios por cuestiones de compacidad y eficiencia. Para este tipo de aplicación, el equipo debe ser excepcionalmente fiable y de bajo mantenimiento para evitar interrupciones estéticas y recreativas en el parque debido a reparaciones frecuentes. Los rastrillos de lodo no metálicos de Huake son una solución ideal. Su naturaleza resistente a la corrosión les permite manejar aguas residuales sin degradarse, y su larga vida útil garantiza actividades mínimas de mantenimiento intrusivo dentro del parque. Los rastrillos funcionan de forma silenciosa y eficiente, manteniendo la tranquilidad del entorno. En un caso específico, un parque ecológico que trata aguas residuales de baños y escorrentías utilizaría un decantador primario equipado con un rastrillo Huake para eliminar sólidos de forma confiable. Esto asegura que los sistemas de filtración natural aguas abajo, como los humedales, no se obstruyan con exceso de lodo, permitiéndoles funcionar óptimamente en el pulido del agua. Esta sinergia entre un pretratamiento mecánico confiable y procesos naturales de tratamiento es clave para el funcionamiento sostenible del sistema de gestión del agua en un parque ecológico.