El diseño de una planta de tratamiento de aguas residuales industriales es muy particular, ya que está destinado a recibir y tratar efluentes provenientes de industrias como la fabricación, productos químicos, minería y otras. Estas aguas residuales suelen contener altas concentraciones de contaminantes específicos, valores extremos de pH, toxinas, metales pesados y compuestos orgánicos complejos que normalmente no se encuentran en las aguas residuales municipales. Debido a esta particularidad, el diseño y la selección de equipos se adaptan especialmente a las capacidades de tratamiento de estas plantas. La cadena de tratamiento suele incluir combinaciones específicas de procesos físicoquímicos y biológicos. Algunos de los procesos físicoquímicos comprenden precipitación, diversas formas de oxidación, procesos de oxidación avanzada y procesos con membranas. Además, la sedimentación es un proceso unitario importante en la cadena de tratamiento, que elimina sólidos en suspensión tras la adición de productos químicos o la floculación biológica como paso independiente. En estos entornos tan agresivos, los equipos comunes se deterioran muy rápidamente. Para estas plantas, Huake proporciona un suministro muy importante: rastrillos para lodos no metálicos resistentes a la corrosión para las unidades de sedimentación. Por ejemplo, en la planta de tratamiento de una fábrica de galvanizado donde el agua residual contiene algunos ácidos y metales pesados, un rastrillo convencional metálico se corroería bastante rápido, contaminando así el lodo y provocando la necesidad de limpiezas frecuentes. En un rastrillo no metálico Huake, la corrosión no es un problema. Esto garantiza fiabilidad operativa, eficiencias constantes del proceso y un lodo estabilizado de alta calidad que es fácil de desechar. Una atención centrada en la durabilidad y en la resistencia al desgaste y a la corrosión química debe estar alineada para lograr el cumplimiento sostenible por parte de las plantas industriales respecto a límites estrictos de descarga, reducir las emisiones de residuos peligrosos debidas a fallos del equipo y controlar los gastos operativos durante largos períodos.