El tratamiento primario de aguas residuales es la primera etapa importante del proceso de purificación de aguas residuales, diseñado para eliminar materiales que flotan o se sedimentan por gravedad. Generalmente incluye el tamizado para eliminar sólidos grandes, la eliminación de lodos pesados para extraer arena y grava, y la sedimentación en un decantador primario para separar sólidos orgánicos e inorgánicos en suspensión. El decantador es el elemento central de esta etapa, donde las aguas residuales permanecen en estado tranquilo durante varias horas, permitiendo que los sólidos se depositen en el fondo. El sistema mecánico que recoge continuamente estos sólidos sedimentados es el rastrillo de lodos. El rendimiento de este rastrillo es el factor más importante para la eficiencia del tratamiento primario. Un rastrillo defectuoso provoca acumulación de lodos, reducción del volumen útil del tanque, condiciones sépticas y desbordamiento de sólidos hacia la etapa de tratamiento secundario. Huake es especialista en optimizar el tratamiento primario mediante sus rastrillos de lodos no metálicos. Diseñados con materiales compuestos resistentes a la corrosión, estos rastrillos garantizan un funcionamiento ininterrumpido en el entorno agresivo y corrosivo de las aguas residuales crudas. Aseguran que el lodo sedimentado sea trasladado de forma rápida y eficiente al embudo de recolección, maximizando así la eliminación de contaminantes (típicamente entre el 50 y el 70 % de los sólidos en suspensión y entre el 25 y el 40 % de la DBO). Esto establece una base estable y óptima para todo el proceso subsiguiente de tratamiento, convirtiendo la tecnología de Huake en un componente esencial para un tratamiento primario de aguas residuales eficaz y confiable.