El término "tratamiento de aguas residuales" describe el proceso integral de ingeniería para limpiar el agua que ha sido utilizada con fines domésticos y comerciales. Esta agua contiene una mezcla compleja de desechos orgánicos, patógenos, nutrientes y sólidos en suspensión. El método de tratamiento consiste en una secuencia de etapas diseñadas para eliminar progresivamente estos contaminantes. El flujo del proceso incluye normalmente: un tratamiento preliminar para eliminar los desechos grandes; un tratamiento primario, en el que los tanques de sedimentación permiten que los sólidos sedimentables se depositen para su extracción mecánica; un tratamiento secundario, en el que microorganismos digieren biológicamente la materia orgánica disuelta; y un tratamiento terciario para el pulido final mediante filtración y desinfección. La eficacia de la fase de sedimentación primaria depende fundamentalmente del rendimiento del rastrillo de lodos. Este equipo opera en un entorno altamente corrosivo, expuesto constantemente a la humedad, al gas sulfhídrico y a otros compuestos agresivos. Huake ofrece una solución definitiva para este reto con sus rastrillos de lodos no metálicos. Fabricados con materiales compuestos avanzados, estos rastrillos son inmunes a la corrosión, lo que garantiza que sigan funcionando eficazmente durante toda la vida útil prolongada de la planta de tratamiento. Esta fiabilidad asegura que la etapa primaria elimine consistentemente un alto porcentaje de sólidos en suspensión, requisito previo para la eficiencia de todas las etapas posteriores de tratamiento biológico y químico, convirtiéndola así en un pilar fundamental del tratamiento eficaz de aguas residuales.