Una PTAR (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales) es una instalación diseñada para tratar las aguas residuales generadas por fuentes residenciales, comerciales e institucionales. El acrónimo PTAR se utiliza comúnmente en especificaciones de proyectos, licitaciones y discusiones técnicas para denotar la instalación completa. La secuencia estándar de tratamiento incluye tamizado, eliminación de arena, sedimentación primaria, tratamiento biológico (por ejemplo, lodos activados, MBBR, SBR), sedimentación secundaria y desinfección. El tanque de sedimentación primaria (o clarificador primario) es una unidad fundamental en la que se elimina por gravedad una parte importante de los sólidos en suspensión. El sistema mecánico encargado de recolectar continuamente estos sólidos sedimentados es el rastrillo de lodos. La durabilidad y fiabilidad de este rastrillo son fundamentales para el funcionamiento ininterrumpido de la PTAR. La especialidad principal de Huake consiste en ofrecer la solución óptima para esta aplicación: rastrillos de lodos no metálicos. Estos rastrillos están fabricados con materiales compuestos completamente inertes frente a los gases corrosivos (por ejemplo, sulfuro de hidrógeno) y líquidos presentes en las aguas residuales crudas. Esta resistencia inherente elimina el fallo habitual por corrosión, garantizando que el sistema de rastrillos funcione de forma fiable durante décadas con un mantenimiento mínimo. Para cualquier PTAR, desde una unidad compacta prefabricada hasta una instalación municipal de gran tamaño, la integración de la tecnología Huake asegura el proceso de tratamiento primario, garantizando un rendimiento constante, reduciendo los costos operativos y formando una base estable para las etapas de tratamiento biológico posteriores.