El término "planta de tratamiento de drenaje" hace referencia a menudo a instalaciones que manejan el escurrimiento de aguas superficiales, conocido como agua pluvial, o una combinación de agua pluvial y aguas residuales. A diferencia de las plantas convencionales de tratamiento de aguas residuales, que procesan principalmente efluentes domésticos e industriales, las plantas de tratamiento de drenaje deben gestionar caudales y cargas de contaminantes altamente variables, influenciados por eventos de lluvia. Los equipos utilizados deben ser robustos y capaces de manejar entradas repentinas de agua y desechos. Los procesos de tratamiento incluyen normalmente sedimentación, filtración y separación aceite/agua para eliminar contaminantes como sólidos en suspensión, hidrocarburos, metales pesados y nutrientes antes de que el agua sea descargada en cuerpos receptores. Los tanques o depósitos de sedimentación son un componente fundamental, y en ellos los sistemas eficientes de recolección de lodos son vitales. Los rascadores de lodo no metálicos de Huake son idealmente adecuados para esta aplicación debido a su excepcional durabilidad y resistencia a la corrosión. Están diseñados para operar eficazmente en depósitos que pueden experimentar niveles de agua fluctuantes y contener sedimentos abrasivos y elementos corrosivos arrastrados desde carreteras y zonas industriales. Por ejemplo, en una instalación de tratamiento de drenaje de un gran parque industrial, los rascadores Huake recolectan de forma confiable el limo y los contaminantes sedimentados tras una fuerte lluvia, evitando la acumulación de materiales que podrían reducir la capacidad del tanque y la eficiencia del tratamiento. Esto garantiza que la planta cumpla consistentemente con sus normas ambientales de descarga, proteja las vías fluviales locales de la contaminación y requiera muy poca intervención operativa, a pesar de la naturaleza difícil y variable del afluente.